Hoy quisiera detenerme por un segundo y hacer algo que no hago mucho. Agradecer por mis amigos. La verdad es que me quejo mucho de no tener amigos, de esos reales, me quejo de estar sola y tener que cargar con el peso de todo sola. En realidad esto me angustia mucho, desde pequeña me ha perturbado mi soledad. Y es que siento que a pesar de estar en medio de muchos, nadie realmente me entiende o me conoce, es ahí donde me siento sola. Pero la idea de este texto es cortar con eso, por que en realidad no estoy sola, en realidad si tengo amigos, de esos del alma.
La cuestión es que me confundí pensando que la amistad era estar muchísimo tiempo con esas personas, creí que mis amigos debían saberlo todo de mi, que me conocerían sin yo decir nada por qué estarían tanto a mi lado que no habría necesidad de ello. Y si tal vez hayan personas así, que tienen amigos de toda la vida, y que seguramente sus hijos serán amigos entre si también. Pero hoy quiero agradecer a mis amigos, ellos no están todos los días conmigo, de hecho tengo suerte si los veo más de una vez al mes, o si los saludo dos veces en la misma semana. Ellos no se conocen todos entre si, por qué los tengo regaditos por todas partes. Ellos no conocen todo de mi, por que callo mucho, pero escucho mucho. Ellos no son mis amigos por que hayamos vivido toda la vida juntos, a muchos de ellos le he escuchado poco la voz y los he leído más, ellos son mis amigos por qué compartimos el mismo plumaje.
Ya antes he usado esta expresión, los pájaros se reconocen por sus plumas, y es que nunca ves a un pato con una gallina, o a un colibrí tratando de volar con el ritmo del aguila. Los pájaros sean solitarios o no tanto, saben con quién estar por las plumas que llevan encima. Y los amigos que yo he ido coleccionando tienen esas plumas, esas características únicas.
1.Casi siempre cuando pasó un poquito de tiempo con ellos, o cuando cruzó un par de frases quedó con ganas de buscar a Dios: No todos ellos son cristianos, y no necesito que lo sean (aunque tal vez algún día lleguen ahí), todos de alguna forma tienen impreso en su voz ese llamado. Algunos me hablan de borracheras y otros de sus tiempos de oración, y de alguna forma siempre me dejan con ganas de salir corriendo a buscar a ese que es mi mejor amigo. A veces es para contarle algo que ellos me dijeron, contarle sus preocupaciones o sus alegrías, a veces para darle gracias o para pedir que los acompañe todo el tiempo mientras vivan. Me pasó hoy, que hablé con un par de ellas y en cuestión de segundos iba cantando por la calle alabanzas a El.
2. Son personas soñadoras y visionarias: No todos son los mejores en lo que hacen, pero si tienen los sueños y las fuerzas para alcanzarlos. Cuando los veo, me inspiran a soñar y conquistar. A veces les cuento de mis proyectos, otras veces me quedo calladita y luego les muestro lo que causaron en mi. Ellos no lo saben pero son energía pura para todo lo que sueño algún día ser.
3. Parecen no temer a lo que digan los demás de ellos: este es un punto controversial, a mi forma de ver, porque siempre a todos nos va a importar lo que otros piensen y digan de nosotros; pero el punto decisivo en esto es lo que haces con ello. Hay quienes viven actuando según lo que creen que otros piensan, como si vivieran amarrados al 'que dirán', con miedo al escarnio. Pero mis amigos son distintos, son capaces de pararse en medio de la calle a gritarle al mundo su amor, sabiendo bien que los tildaran de locos, ellos se apropian del 'que dirán' para contar aquello que los mantiene vivos.
Uno de ellos va por la calle y ora por las personas, por los desconocidos! Otra escribe diariamente versos de amor para mostrarle al mundo que hay esperanza. Hay una muy especial a la que siempre veo sonreír, no fingiendo, sino con la certeza de que la esperanza que contagia es mucho mayor que el dolor. Una más enfrenta al mundo con valentía y fuerza, se ha caído un millón de veces y siempre se levanta más fuerte. Tengo uno que es bastante callado pero que se para y levanta sus brazos para adorar, cantando como solo un niño lo haría frente a su papá. Tengo una amiga que veo muy poquito, pero que cuando la veo me abraza tan fuerte que me renueva con su amor. Tengo una amiga pequeñita que desde ya decidió que su vida la consagraría solo al rey, que me hace sentir orgullosa cada vez que se para como una gigante para defender su amor. La mejor de todas mis amigas la tengo cerquitica, he dormido junto a ella, ella me sorprende tanto, por qué aunque la he herido más que a nadie, ella ha sido capaz de abrazarme y levantarme de mi oscuridad.
Esta es mi colección de amigos, decidí coleccionarlos por qué son muy difíciles de encontrar, tienen un plumaje especial. Los llame guerreros, los pinto en mi cabeza como guerreros, un día podré dibujarlos a todos. Son nómadas muchos, artesanos otros, instrumentos, cantantes, espadas y trompetas. Ellos son el grupo de guerreros que me acogió, me dieron el honor de llamarme como ellos. Por ellos estoy agradecida. Y aunque me veas caminando por la calle sola, debes saber que no lo estoy, que cantamos nuestras tonadas a la distancia, pero que estamos listos para el llamado a la guerra.
VAMOS A CAMBIAR EL MUNDO!!!